Hoy quiero trabajar desde un café. Pido un Uber mientras termino de vestirme y arreglar mi mochila —compu, tablet, cargadores, paraguas por si llueve…¡Ah! la libreta de dibujo para seguir trabajando en mi proyecto personal…Mmmm tal vez ni la toque. La voy a llevar de todos modos.— Y eso es lo que le pasa a la mayoría de mis proyectos personales ¿Te suena familiar?
Hace poco inicié con un “auto-challenge” titulado #100WeirdKids o 100 Niños Raros y consiste en dibujar rostros de niños con rasgos peculiares en formato digital. Hasta el momento llevo 13 piezas y espero no desistir en la mitad del camino ya que es muy sencillo empezar pero ¿por qué es tan difícil terminar?
Si eres como yo que estando en la ducha o tomando un café te atacan millones de ideas para proyectos personales, pero no ven la luz porque nunca tienes tiempo para trabajar en ellos, entonces te invito a leer este artículo donde te comparto algunos tips que me han dado resultado, y que puedes poner en práctica desde ya para terminar ese proyecto que tienes engavetado:
1. Define una fecha de inicio y una fecha de entrega: Al ser un proyecto personal, es muy fácil asignarle un “cuando tenga tiempo” en lugar de un día determinado. Me gusta usar el término “fecha de entrega” aunque no se lo vaya a entregar a nadie, porque le da la misma relevancia que cualquier otro trabajo. 100 Niños Raros por ejemplo, empezó en septiembre y tengo previsto finalizar en febrero del proximo año.
*Ojo, la fecha de entrega no tiene que ser inmediata. Tú decides si es a corto, mediano o largo plazo; lo importante es estar conscientes de que hay un límite de tiempo.
2. Hazlo visible en tu calendario: En nuestro día a día, usamos el calendario para recordar fechas importantes, agendar reuniones, hasta stickers y resaltadores usamos cuando algo ya se completó, pero ¿tiene tu proyecto personal espacio dentro del calendario? Si tu respuesta fue no, tal vez por eso pasa desapercibido.
Para que un proyecto personal avance, necesitas bloquear ese tiempo dentro de tu calendario. Esto no quiere decir que porque tengas un horario fijo de trabajo, no puedas bloquear unos minutos de tu break, un rato por las noches o un domingo.
En mi caso trato de dibujar la mayor cantidad de veces en la semana. Sin embargo, tengo un espacio bloqueado en mi calendario todos los viernes de 3pm – 5pm para dibujar, y salvo que tenga un tema fortuito que atender, ese día a esa hora ¡SOLO SE DIBUJA!
*Pro tip: Además de asignar la fecha de entrega en el calendario, me asigno recordatorios semanales (e.g. “entrega final en 2 semanas”) para no desconectarme del asunto en medio del agitado tren de trabajo.
3. 15 min de tu día: Ni más ni menos, 15 estrictos minutos. Eso representa 1 hora 45 minutos a la semana que ya tienes asegurados. Habrá semanas que podrás dedicar más tiempo, pero si tus días se complican, al menos no te sentirás culpable por no haber hecho nada.
En mi caso, me gusta empezar muy temprano, tipo 6:00 am porque a esa hora la ciudad está algo callada todavía y el frío de la mañana es más rico con un café al lado. La idea es que esos 15 minutos se sientan como parte de un ritual, no como una obligación.
4. Busca a quién rendir cuentas: Alguien de confianza a quien puedas reportar tus avances, puede ayudarte a hacer algo de “presión positiva”. Yo suelo hacerlo con mi hermano, que también es diseñador y director de arte. La idea es que te comprometas con esta persona a hacer una tarea particular y sea como una especie de “auditor”. No para reclamarte por no entregar a tiempo, sino para alentarte a seguir.
*No tiene que ser alguien que haga lo mismo que tú, por el contrario si se dedica a algo diametralmente opuesto, es mucho mejor porque hará aportes desde otro punto de vista.
5. Anuncia un lanzamiento: Uno de los proyectos personales en los que trabajé durante la pandemia, fue un Open Studio virtual. Para ello, abrí un espacio en mi página web para mostrar fotos y videos del “detrás de cámara” de mi estudio. El lanzamiento lo anuncié por redes sociales antes de terminar los videos, y lo hice intencionalmente para obligarme a terminar el proyecto en la fecha anunciada. Llegado el día, hice un Live por Instagram con música de fondo, botella de vino y boquitas, tratando de recrear la experiencia a nivel virtual. ¡Fue todo un éxito!
Sean grandes o pequeños, los proyectos personales son importantes porque estimulan tu creatividad al sacarte de la rutina. Si eres “freelance” y no tienes trabajos comerciales todavía, un proyecto personal bien hecho puede formar parte de tu portfolio, y si eres asalariado, un proyecto personal puede ayudarte a mantener un estado de ánimo equilibrado y por qué no, prepararte para una nueva aventura como emprendedor o emprendedora.
¿Cuál de todos estos tips te animas a poner en práctica desde hoy?
Ahoy.
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