La primera vez que me hicieron un encargo de ilustración, salté en un pie de la emoción. Preparé una cotización y la envié. Se trataba de una ilustración para unas etiquetas de salsa picante y estaba cobrando solo $60. Lo que no sabía era que la ilustración se convertiría en el logo de una línea de productos con distribución regional, que tranquilamente elevaba el precio de mi trabajo a $6,000 o más.
Antes me avergonzaba contar esta historia porque claramente era un “rookie” en las negociaciones, pero gracias a esta experiencia, aprendí un montón de cosas que hoy día me ayudan a darle a mi trabajo el valor que corresponde.
La historia es así: Me contactó una persona que vio mi trabajo por redes sociales, muy interesada en que hiciera una ilustración para las etiquetas de una salsa picante que estaba desarrollando. Al conversar del tema hice muy pocas preguntas; creo que la emoción de haber recibido un encargo de este tipo, me nubló con el tema legal y administrativo ¿o la ignorancia?
La cosa es que después de pensar y pensar cuanto iba a cobrar, finalmente envié “un correo” (ni siquiera fue una cotización) donde acordaba hacer la pieza por $60 para las etiquetas de este producto.
Pasado un tiempo, me contactó una amiga abogada, con quien curiosamente mi cliente estaba haciendo un trámite de registro de marca. Mi amiga supo cuánto estaba cobrando por la ilustración, pero también sabía el alcance que iba a tener la marca en gestión. —Jose, no puedes cobrar $60 por este trabajo. El trámite que está haciendo tu cliente, es para lanzar una marca ¡a nivel internacional!— Dijo mi amiga. —¿Qué hago entonces?— Le pregunté, y así fue como conocí la “Licencia de uso de imagen”.
Una Licencia de Uso de Imagen, es un contrato o documento, donde el artista y el cliente establecen un precio por el uso de una ilustración ya existente o una que va a ser creada por encargo. Dicho uso puede tener diferentes alcances y dependiendo de que tan extenso sea, así mismo se define el precio.
Ok Jose, aguanta un poco…¿No vamos demasiado rápido con lo del contrato? ¿Qué hay de la cotización?
De hecho, antes de entrar en los detalles de un contrato o una cotización, tenemos que hacernos un par de preguntas para saber qué camino elegir. Si se trata de un cliente pequeño o un proyecto que no involucre archivos digitales como pintar un letrero, hacer un retrato sobre papel o intervenir un objeto, hace sentido una cotización con términos y condiciones generales, para no hacer del proceso algo complicado. Pero si estamos hablando de diseño de patrones para ropa, portadas de libros, etiquetas/empaques de productos o campañas de gran alcance, la Licencia de Uso es sí o sí, el camino a seguir.
Siendo nuestro ejemplo una ilustración para una marca de salsas picantes ¿el camino a seguir es?…¡Exacto! La Licencia de Uso. Veamos entonces qué cosas se deben tomar en cuenta a la hora de definir el alcance en nuestro documento:
1. Uso: ¿Será para una campaña digital? ¿Es para camisetas? ¿Será la portada de un libro? ¿Impreso o digital? Lo importante aquí es saber qué tanta relevancia o exposición tendrá la imagen que se está trabajando. No es lo mismo diseñar una camiseta para fines promocionales de una marca local, que diseñar una camiseta para Quicksilver que se venderá mundialmente.
Puede darse el caso de que el cliente no sepa cuántos usos le dará a la ilustración en el momento, y soliciten un precio por todas las posibles opciones. Me ha pasado, y mi recomendación es ofrecer una lista que haga sentido con el tipo de negocio del cliente. Otra opción es definir un uso limitado al principio y a medida que se vayan necesitando adaptaciones, se hagan anexos a la licencia y se cobre respectivamente.
2. Zona cubierta por la licencia: ¿Será para uso local o internacional? Es importante definir este aspecto ya que a mayor exposición, más ventas logrará el cliente y en ese orden de ideas, el artista debe ser remunerado respectivamente. Es un ganar/ganar.
Al igual que el punto anterior, si en ese momento no hay claridad de la zona cubierta, podemos sugerir empezar a nivel local y hacer anexos a la licencia a medida que se extienda la zona cubierta.
3. Duración: En el caso de campañas de temporada o diseños de empaques de edición limitada, el uso de una ilustración será corto, pero en el caso de una portada para un libro o un diseño de personaje, el uso será más prolongado. El tiempo que una ilustración vaya a ser utilizada, también impacta el precio de la pieza.
La mayoría de las veces, el cliente no sabe por cuánto tiempo va a utilizar una imagen y en ese caso, dependiendo del uso, nosotros podemos sugerir un tiempo prudente. Por ejemplo: Si un cliente solicita ilustraciones para un brochure, pero no sabe por cuánto tiempo usará los brochures, puedes asignarle un año de duración ya que un brochure es un documento que se cambia con relativa frecuencia.
En el caso de una portada de libro (que es algo más duradero), yo le pondría “periodo de duración de derecho de autor”, que significa lo que dure la vida del artista + 50 o 70 años después de su muerte*.
*El periodo de duración de derecho de autor varía en diferentes países. Aquí puedes leer más de este tema.
4. Exclusividad: Es un concepto que puede generar confusión. En este contexto, exclusividad no significa que el cliente tiene derecho absoluto sobre la imagen, sino que puede usarla para aquello por lo que exclusivamente haya comprado la licencia.
Esto no impide que el ilustrador pueda usar la imagen para otro uso o territorio, pero es importante considerar que si dicho uso va en detrimento de la imagen del cliente, entonces puede ocasionar problemas a nivel legal. Un mal ejemplo sería que yo haya diseñado un camiseta para la marca X y luego venga la marca Y a pedirme una camiseta también y yo use la misma imagen o una muy parecida.
Para mí, es una cuestión de ética profesional y aporte de valor al cliente. Empezar a trabajar en un encargo desde cero, impregna el resultado final con los valores e identidad de mi cliente de alguna forma. Por eso, no siento conveniente (y tampoco me hace mucho sentido) reutilizar la imagen para otro fin aunque lo pueda hacer. Si por el contrario, mi cliente decide utilizar una de mis ilustraciones existentes para una campaña, mi ilustración no queda restringida para otros usos como productos en mi tienda online por ejemplo.
Lo importante aquí es tener transparencia con el cliente y dejar por escrito todos estos escenarios aunque sintamos que no nos podría pasar.
5. Términos especiales: Por último está la sección de términos especiales donde se puede especificar alguna condición excepcional que no esté contemplada dentro del contrato. Por ejemplo: Puede existir una cláusula que no permita hacer alteraciones en forma o color a la pieza original sin previa consulta al ilustrador. Un término especial podría ser que solo se permita el cambio si la reproducción es en blanco y negro.
Y esto amigos y amigas, es solo la delimitación del uso de una ilustración. Luego siguen los términos y condiciones donde se tocan los compromisos tanto del ilustrador/a como del cliente, pero el tema es tan vasto que hace sentido discutirlo aparte. ¡Prometo escribir sobre esto en próximas publicaciones!
Lo importante de este ejercicio, es saber reconocer cuándo debemos utilizar una Licencia de Uso de Imagen y no sentirnos intimidados ante la complejidad de un documento legal. Por el contrario, tener un acuerdo por escrito de este alcance, nos da la tranquilidad de que hemos cobrado justo por lo que hemos trabajado y no da paso a malas interpretaciones que puedan perjudicar a ambas partes.
Si necesitas más luces con respecto al tema, te recomiendo tener estos dos libros en tu colección: Cómo ser un buen Ilustrador de Derek Brazell & Joe Davies y The Illustrator’s Guide to Law and Business Practice de Simon Stern. Ambos libros describen en tono amigable los aspectos legales de un contrato para ilustradores y son recursos de consulta frecuente a los que puedes ir cada vez que tengas dudas.
También sé que el tema puede ser abrumador pero si te interesa hablar más del tema, estoy a un e-mail de distancia.
Espero que te haya gustado esta entrada, déjame comentarios para saber que opinas y compártelo con alguien que necesite leerlo.
Ahoy.
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